Cómo interpretar la curva de la demanda
06/11/2020 - Precios dinámicos
Para cualquier ecommerce, la curva de la demanda es una de las herramientas más efectivas para estudiar el efecto de los precios. Se trata del gráfico que muestra la relación entre el precio de un producto o servicio concreto y el nivel de demanda por parte de los consumidores. A la hora de su representación, se coloca la cantidad de producto demandada en el eje horizontal y el precio en el eje vertical. En base a ello, las empresas pueden obtener información valiosa sobre la aceptación de sus productos y analizar la situación general del mercado en el que se incluyen.
En este gráfico también se puede observar la elasticidad de la demanda, es decir, en qué proporción varía la demanda de un producto si se producen cambios en su precio. Este indicador cobra especial importancia para las empresas que ponen en marcha estrategias de Dynamic pricing con las que modificar los precios de su catálogo en ciertas circunstancias. La curva de la demanda permitirá estudiar cómo inciden en los clientes estos cambios en los precios.
Por lo general, cuanto mayor sea el precio del producto o servicio, menor será la demanda de los clientes o usuarios. Sin embargo, esto puede cambiar a causa de diferentes factores.
Desplazamientos en la curva de la demanda
Para saber cómo interpretar la curva de la demanda debes ser consciente de que la demanda no es estática, varía constantemente y no solo a causa de tus precios. Existen otros factores externos que pueden producir cambios en los niveles de ventas de algunos productos o servicios. Estos cambios se manifiestan en la gráfica como desplazamientos de la curva de la demanda hacia izquierda o derecha.
Los desplazamientos pueden estar provocados por cualquiera de los siguientes factores:
Cambios en los precios de productos relacionados:
La subida del precio de un producto puede afectar a otro. Sobre todo, si se trata de bienes sustitutivos o complementarios. En el caso de productos sustitutivos, la subida en el precio de uno aumenta la demanda del otro. O lo que es lo mismo, al subir el precio, los clientes optan por comprar a la empresa competidora.
Por otro lado, en el caso de bienes complementarios, el aumento del precio de uno de ellos, puede provocar un descenso en la demanda de los dos. Suelen ser productos que se adquieren de forma conjunta, como cereales y leche o móviles y cristales protectores. De esta forma, las decisiones tomadas por otra empresa pueden afectar a tu nivel de ventas y al funcionamiento general del mercado.
Cambios en la renta y los gustos de los usuarios:
El comportamiento de los clientes también afecta a la evolución de la curva de la demanda. Normalmente un aumento en la renta de los usuarios es sinónimo de una mayor demanda, independientemente del precio de los productos o servicios. También se pueden producir cambios en sus gustos o preferencias que les lleven a cambiar sus artículos habituales por otros nuevos. Esto suele estar provocado por las campañas de marketing y publicidad, actualmente, muchas de ellas, basadas en la recomendación de influencers vía redes sociales.
Cambios en el volumen de clientes:
El volumen de demandantes de ciertos bienes puede variar según las tendencias sociales de cada momento y el target específico al que el producto vaya dirigido. Un ejemplo claro son los smarthphones y las aplicaciones móviles, dirigidos en la última década cada vez a usuarios más jóvenes. Ser conscientes de los cambios estructurales de la sociedad y adaptarse a ellos modificando su oferta y su catálogo de precios permitirá a las empresas aumentar sus ventas a medida que crece el número de personas interesadas en su marca.
Categoria: Precios dinámicos